miércoles, 22 de octubre de 2008

CONCERTACION 2.0


22 de Octubre de 2008

Concertación 2.0


Por María Teresa Viera Gallo*

Tengo 36 años y nací en una época convulsionada de Chile: 1972. Viví en el exilio junto a mi familia y cuando volvimos sabía perfectamente cuáles eran las urgencias sociales y políticas del país. Crecí consciente de lo que ocurría y vi el dolor y el temor en los rostros de muchos. No sabía muy bien quién era el culpable: a Pinochet lo construí en mi cabeza como a Pinocho de Carlo Collodi; lo imaginaba de madera persiguiendo a personas con una cadena montañosa de fondo. Tiempo después aprendí que ese paisaje se llamaba Cordillera de Los Andes. En 1990 tenía 17 años; no alcancé a votar por el No pero participé en cada caravana y con mis hermanas nos parábamos en Vitacura con Américo Vespucio con nuestras banderas cada fin de semana. Esa esquina no nos era muy favorable, pero por ningún motivo queríamos quedarnos al margen.

Cuando llegó la democracia entendí rápidamente que las prioridades de la Concertación eran reconstruir una institucionalidad republicana; pero a veces parecía que esa tarea podía colapsar en cualquier momento. “En la medida de lo posible”. Nunca una frase dicha por un Presidente de la República ha reflejado mejor una época. Cuando tienes 18 años y toda la vida por delante crees que el mundo gira a tu alrededor pero cuando por todos lados y en todas las conversaciones el lema en la medida de lo posible se instaura, te das cuenta que es mejor callar; aprendes que las prioridades no necesariamente pasan por ti y que las urgencias se centran en cosas que son de vida o muerte.

Esto le pasó a mi generación: como no pudimos expresarnos socialmente escogimos otros caminos. Armamos grupos cerrados de amigos donde la lealtad era hasta el final; bailamos desaforadamente hasta quedar agotados y aprendimos que nadie iba a hacer nada por nosotros; asumimos el libre mercado y nos lanzamos en busca de la felicidad.

Fuimos una generación intermedia, más espectadores que protagonistas y quedamos entre los jóvenes que derrocaron a Federici de la rectoría de la Universidad de Chile y la posterior, bastante más desprendida que la nuestra. Crecimos acostumbrados a no molestar, a postergar nuestras reivindicaciones y a hacer de pequeñas historias personales hazañas generacionales.

Ahora estamos más grandes; nos costó asumir la edad; la mayoría tenemos hijos y el sentido de pertenencia se ha hecho patente. Pero ahora creemos que nos merecemos un espacio, y que desde nuestra experiencia personal tenemos mucho que aportar. Y nos vamos a subir al escenario. Y desde allí vamos a actuar. No somos prejuiciosos y como hemos sobrevivido gestionando nuestros propios proyectos no le tememos a los desafíos nuevos. Tenemos entusiasmo y ansias y vamos a ser escuchados en serio; traemos energía nueva, somos pluralistas. Sabemos que engrandecer al país y la ciudad donde decidimos quedarnos y construir nuestras familias exige que aportemos: ideas, proyectos, esfuerzos, equipos.

Estamos para quedarnos y para hacernos cargo. Asumiremos los desafíos y dilemas que nuestros líderes y conductores no enfrentaron de manera real: la humanización del capitalismo, cada actor con voz propia conectado en red, un planeta medioambientalmente desgastado, la identidad y la integración en el Bicentenario, la innovación como eje del desarrollo, la diversidad como nuevo valor libertario. No lo olviden: somos la Concertación 2.0.

*María Teresa Viera-Gallo Chadwick es candidata a concejal por Santiago

domingo, 12 de octubre de 2008

Obama y mi hermana: Si se puede!



Obama tiene 47 años. Mi hermana 36. Obama es afro-americano. Mi hermana es latino-americana. Viven al norte y al sur de un mismo continente, América.
Si se sentaran en una mesa a conversar descubrirían que pertenecen a una misma generación.
No sólo podrían citar discos, películas, libros en común. Sino mismos ídolos y traumas.
Mi hermana vivió el exilio tras el golpe del 73. Obama creció –debido a su piel- sintiéndose exiliado en su propio país. Ambos son hijos de esas décadas , los 60s, y 70s, donde la política se sentía, vivía y padecía en carne propia. Obama y mi hermana saben lo que es tener un pariente alabando John F.Kennedy o Salvador Allende a la hora de almuerzo. Obama y mi hermana pensaron el mundo a la sombra de estos mitos. Obama y mi hermana un día se cansaron que el destino de nuestras vidas dependiera de otros políticos. Sin pedirle permiso a nadie, siguiendo su vocación, talento y sensibilidad social, se hicieron un hueco ahí donde había que estar. Obama en contra de las políticas neoconservadoras y fallidas de Bush. Mi hermana en contra del estancamiento y problemas que sufre la comuna de Santiago. Obama es progresista. Mi hermana también. Ni Obama ni mi hermana piensan según esquemas pasados de la Guerra fría. Obama quiere salud universal para todos los americanos, regular de una vez el capitalismo salvaje, terminar con el monopolio de las empresa petroleras a favor de energía renovable, salir responsablemente de Iraq, tener colegios públicos de calidad, salvaguardar los derechos civiles y lo más importante, volver a conectar el gobierno con la gente. Mi hermana quiere una comuna verde, ciudadana, sin smog ni basura, igualitaria, con buenos colegios públicos, centros de recreación y consultorios, pluralista, vanguardista y lo más importante, proteger la identidad e historia de Santiago. Obama está con la gente. Mi hermana también. Obama y mi hermana tienen ideas frescas, un fuerte pragmatismo, y están seguros que el siglo XXI necesitaba un recambio para enfrentar nuevos desafíos.
Omaba ama USA y mi hermana ama Santiago. Obama y mi hermana son como Los Beatles y Los Rolling Stones.
Pero cantan la misma canción “ Yes we can!” “Sí se puede!”

maria jose viera-gallo

miércoles, 8 de octubre de 2008

yo amo stgo por Alberto Fuguet



si viviera en santiago centro,
votaría sin duda por la titi
pero no vivo alli
aunque todos vivimos en santiago
vivamos donde vivamos
todos necesitamos un centro
el centro es el centro
y sin un centro, ya sabes lo que pasa
confio en la titi porque la conozco
porque esto es lo suyo
porque sabe de santiago, de politica, pero
de sentido comun
porque la gusta la ciudad
la gente, la comunidad
porque le entretiene y se apasiona
porque sabe que una ciudad
no son solo calles o semaforos
sino tambien cultura, restoranes, cines
porque sabe q si el centro no esta conectado
con el resto de la ciudad
con el pais
con el mundo
no es un centro
es, a lo mas, un barrio
titi viera-gallo vive en el centro
cree en el centro
y yo le creo
creo que deberia ser una que lo cuide
que lo piense
que lo siente


Alberto F




jueves, 25 de septiembre de 2008

Debate sobre Educación Pública

Hoy, a las 15:00 hrs., en el Instituto Nacional (Arturo Prat 33), estaremos debatiendo sobre Educación Pública, junto a todos los candidatos a concejales de la Comuna de Santiago. El encuentro lo organiza el Centro de Alumnos del Instituto Nacional y a él están invitados también los vecinos de la Comuna de Santiago.
El Instituto Nacional es un colegio emblemático de nuestra comuna y de Chile, actor protagónico de las últimas movilizaciones estudiantiles, que han despertado a las autoridades y al país entero respecto del interés y el rol activo de los jóvenes en la política, y la necesidad urgente de hacer una completa transformación de nuestro sistema de educación pública.
Se trata de una problemática fundamental para el desarrollo del país, que nos preocupa, es por eso que aceptamos gustosos la invitación de los alumnos del Instituto Nacional, oportunidad en la que expondremos nuestra mirada y propuestas en torno al tema y podremos compartir impresiones con los vecinos de la comuna de Santiago.

Esperamos tu presencia.